Episodio 2. SHAKESPEARE AND COMPANY

Hoy nos toca descubrir una librería y, como es la primera vamos a por una muy, muy conocida: Shakespeare and Company. Posiblemente, “la librería más famosa del mundo” como el título de la novela de Jeremy Mercer que cuenta la estancia de este autor viviendo en la librería. Ahí tenemos una de sus peculiaridades, que se puede dormir en ella. Pero eso lo contaremos un poco más adelante… El caso es que seguro que conocéis algunas de las anécdotas que voy a ir contando, pero espero que otras sean nuevas para vosotras.

Lo primero que sorprende de esta librería es su nombre. ¿No es curioso que la librería más famosa de París lleve el nombre del autor inglés? Lo digo por la mala relación histórica entre Francia e Inglaterra y lo muy “orgullosos” que somos todos los países “con lo nuestro”. Pero tiene todo el sentido si sabemos que es una librería especializada en literatura anglosajona.

Esta librería está en París desde 1919 (ya más de 100 años), pero se ha mudado varias veces a distintas calles de la ciudad. La librería originaria estuvo en el 8 de la calle Dupuytren para luego pasar al número 12 de la Rue de L’Odeon, frente a otra librería de la que hablaremos en otro episodio La Maison des Livres.

La Maison des Livres, que a su vez era propiedad de la pareja de Sylvia Beach, la primera propietaria de Shakespeare and Company. En la actualidad, Shakespeare and Company está en la calle de la Bucherie, número 37.

Mapa de las ubicaciones de la librería "Shakespeare and Company" en París en sus 100 años de vida
Mapa de las ubicaciones de la librería «Shakespeare and Company» en París en sus 100 años de vida

Así que vamos a conocer la vida de la librería a través de sus propietarios, tampoco franceses sino estadounidenses y entenderemos cómo se fue desplazando por la ciudad.

Sylvia Beach monta esta librería en 1919. Sylvia, que en realidad se llamaba Nancy, había vivido en Francia por el trabajo de su padre, y allí vuelve tras ser voluntaria de Cruz Roja en Serbia durante la I Guerra Mundial. Llega a París con una idea: abrir en Nueva York una sede de La Maison des Livres, pero… hubo un cambio de planes (1) y acaba con una librería especializada en lengua inglesa en París. En realidad, creando algo más que una librería.

Foto de Sylvia Beach de la Enciclopedia Britannica
Foto de Sylvia Beach de la Enciclopedia Britannica

Shakespeare and Company además de vender libros fue también biblioteca. Se podían coger libros en préstamo dando acceso así a personas que no se pudiesen permitir comprarlos. Entre quienes podemos mencionar a uno muy conocido, Hemingway.

Pero también fue editorial. De hecho, es muy conocida la anécdota de la publicación de “Ulises” de Joyce por esta librería después de que fuese rechazada por varias editoriales. Un par de revistas (inglesa y norteamericana) habían publicado capítulos sueltos, pero la novela fue censurada por obscena en Inglaterra y Estados Unidos (2). Sylvia lo editó poniendo en marcha una campaña de crowdfunding de las de ahora: con suscripciones para publicar ese libro (3). ¡Tuvo buen ojo! Se ha vendido en 2009 una primera edición de Ulises por más de 450.000 dólares. (4)

Foto de Ernest Hemingway
Foto de Ernest Hemingway. Fuente Pixabay. Autoría: Skeeze

Sylvia cuenta en sus memorias que sus tres amores fueron su pareja, Adrienne Monnier, su librería y James Joyce. Esta es una de las últimas entrevistas de Sylvia Beach contando cómo conoció a James Joyce, confesiones sobre Ulises, etc. https://www.youtube.com/watch?v=R1Zbw39MCm4

Foto de James Joyce tocando la guitarra
Foto de James Joyce tocando la guitarra. Fuente Wikimedia.

La relación editora-autor fue muy estrecha. Trabajar con Joyce no debía ser nada fácil, pero Sylvia aguantó. Para ella era el mejor autor de la época y esta admiración consiguió crear un equipo capaz de publicar un libro como Ulises en los años 20. Sin embargo, los demás no llevaban tan bien “el perfeccionismo” de Joyce: hizo que nueve mecanógrafas dejaran el trabajo y se obsesionó con conseguir un color azul para la portada que tenía que ser exactamente igual que el azul de la bandera de Grecia, entre otras muchas “precisiones”.

Portada de Ulises de James Joyce con el azul de la bandera de Grecia. Fuente: Wikipedia
Portada de Ulises de James Joyce con el azul de la bandera de Grecia

La preparación de la edición coincide con una nueva operación de la vista de Joyce, acelerando la situación ruinosa de éste, pero también de Sylvia, que siempre le ayudó a él y su familia.  Por suerte, apareció la feminista y editora Harriet Weaver, que les envió dinero y consiguió salvar la situación cuando pensaban que no podrían publicarlo. Esta mujer fue muy importante en la obra de Joyce llegando a ser la albacea literaria de su obra. (5). Finalmente, en febrero de 1922 se consiguieron publicar las primeras copias, concretamente, en el día del cumpleaños de Joyce.

Foto de Harriet Weaver. Fuente Wikimedia.
Foto de Harriet Weaver. Fuente Wikimedia.

Prepararon cientos de paquetes para las personas que al suscribirse habían encargado el libro (paquetes con un libro de 700 páginas) y, para evitar la censura, se envió a EEUU camuflado como “Obras completas” de Shakespeare. En realidad, era verdad, ¿no? A pesar de todo esto, el escritor abandonó a Sylvia cuando Random House le ofreció un buen adelanto por Ulises (6). La historia está bien contada en el libro “Joyce en París: o el arte de vender el Ulises”, que incluye un prólogo de Simone de Beauvoir.

Portada del libro "Joyce en París o el arte de vender el Ulises". Varios Autores.
Portada del libro «Joyce en París o el arte de vender el Ulises». Varios Autores.

Y aquí va la confesión sobre “Ulises”. He intentado leer este libro varias veces y… sin éxito. ¿Alguien hará la versión en lectura fácil? Soy fan de la lectura fácil. Quizás después pueda intentarlo con el original y apreciarlo de verdad. Si no tenéis claro qué es la lectura fácil os animo a buscar un poco de información y seguro (espero) que en vuestra biblioteca municipal tengan algo y podáis curiosear. ¡Animaos a preguntar!

Además de librería, biblioteca y editorial, Shakespeare and Company tuvo un uso muy particular en la época de Sylvia. Resulta que funcionaba como dirección postal de estadounidenses que llegaban a París, e incluso de oficina de cambio de moneda (7). Algo así como un buzón de correos, banco y embajada, todo en uno. Me imagino que no eran pocas las personas que usaban así la librería.

Pero todavía nos falta algo para entender por qué esta librería fue un completo refugio literario y ese algo es la afluencia de escritores y escritoras del momento. Y Sylvia lo consiguió. Fue la casa de la Generación Perdida. En la época de Sylvia Beach eran visitantes habituales Ernest Hemingway -que habla de Sylvia en “París es una fiesta” contando lo mucho que significó para él esta librería y su propietaria-, Ezra Pound, F. Scott Fitzgerald, Paul Valéry, Gertrude Stein, Djuna Barnes o Berenice Abbott entre otras muchas personalidades intelectuales.

La misma Sylvia escribió en 1956 Shakespeare and Company a modo de libro de memorias contando la vida cultural de la época y donde podemos encontrar historias de primera mano protagonizadas por todas aquellas celebridades. Pero, además, Sylvia nos dejó otro regalo. Todos los registros de los libros que compraban sus ilustres visitantes. Si queréis saber qué leían nuestras referencias culturales de los años 20 y 30 podéis consultarlo en la web que os dejo en el blog, que forma parte de un proyecto de la Universidad de Princeton en el que dan respuesta a una pregunta muy común: “¿qué leen quienes escriben?” (8). Pensad por un momento a quiénes se lo preguntaríais vosotras hoy en día. Creo que hoy buscaríamos esas respuestas en las redes sociales.

Portada del libro «Shakespeare and Company» de Sylvia Beach

Los últimos años de la librería no fueron fáciles. Sylvia no debía llegar a final de mes y ahí surgió la solidaridad de todas aquellas personas ilustres que visitaban la librería. André Gidé le dio la idea de formar un comité para salvarla y, a través de suscripciones y actos especiales, consiguieron que sobreviviese (9). Toda esta solidaridad me ha recordado a lo que ha pasado estos meses de encierro por el COVID-19 con las personas que han querido seguir apoyando a sus librerías para que no cerrasen.

Foto de André Gidé . Fuente Wikipedia
Foto de André Gidé . Fuente Wikipedia

Llegó la Segunda Guerra Mundial y la ocupación nazi de Francia. Un oficial alemán entró en la librería para comprar “Finnegans Wake”, una obra cómica de James Joyce. Beach se negó a vendérselo diciendo que era la única copia que tenía y que era suya, así que no estaba en venta. Volvió el oficial al cabo de unos días y esta vez le avisó de que iba a cerrar esa librería esa misma tarde. Sylvia cuenta en la entrevista que he comentado antes cómo consiguió recoger todo en un par de horas con sus amistades y subir todo a un piso de arriba del edificio. Pintaron el cartel de la fachada y tapiaron con madera las ventanas, así que, al llegar los soldados alemanes, no encontraron nada.

Portada de Finnegans Wake de James Joyce
Portada de Finnegans Wake de James Joyce

A pesar de conseguir salvar sus libros, Sylvia fue hecha prisionera con otras personas norteamericanas. Primero las llevaron al zoo y después al campo de Vittel, donde estuvo unos seis meses. Tras ser liberada siguió viviendo París, pero no volvió a abrir su librería. Esta historia la recoge Shari Benstock en “Mujeres de la Rive Gauche” junto con otras muchas historias de mujeres intelectuales y artistas que revolucionaron el París de la época: Natalie Barney o Mina Loy, por mencionar algunas que todavía no habíamos mencionado.

Portada del libro "Mujeres de la Rive Gauche" de Shari Benstock
Portada del libro «Mujeres de la Rive Gauche» de Shari Benstock

Se sabe poco de lo que hizo Sylvia después, especialmente a nivel profesional. Hay un libro «Un sueño en Mantua» de Ives Bonnefoy, donde cuenta cómo a comienzos de los años sesenta viajó con Sylvia Beach y otros amigos a Grecia. Me imagino a Sylvia acordándose de la portada de Ulises y ese azul que buscaba Joyce. ¿Le seguiría recordando con tanta admiración?

Portada de la edición de "Un sueño en Mantua" en francés
Portada de la edición de «Un sueño en Mantua» en francés

Y aquí, después de la II Guerra Mundial, es cuando aparece George Whitman.

Foto de George Whitman. Fuente Flickr
Foto de George Whitman. Fuente Flickr

También norteamericano. Su idea inicial tampoco era una librería en París sino en Ciudad de México (según cuenta Jeremy Mercer en su novela). Comenzó sus negocios literarios en París con una biblioteca en el hotel Suez, cerca de La Sorbona donde había estudiado un curso de cultura francesa. Curiosidad, el libro más prestado era “Muerte de un viajante” de Arthur Miller (10) Luego, dio el salto a una librería que llamó “La Mistral” en honor de Gabriela Mistral y que en abrió en 1951. Sylvia Beach fallece en 1962 y, en 1964, por el aniversario del nacimiento de Shakespeare, rebautizó su librería con Shakespeare and Company. Y es que George admiraba a Sylvia y su trabajo, para él Shakespeare and Company era “una novela en tres palabras” (11) Ya os podéis imaginar que habrá gente que alaba la labor de Whitman y otras personas que consideran que se apropió del proyecto de Sylvia. Eso lo dejo a vuestra elección.

George era todo un personaje en sí mismo. Se extendió la leyenda urbana de que era hijo de Walt Whitman, hasta la publicaron en periódicos como el New York Times. De hecho, su padre se llamaba así y era escritor, pero escribía manuales académicos. Nada que ver con el poeta, aunque haya un retrato suyo en la librería. Parece que, aunque se definía como comunista, George Whitman tenía buen ojo para los negocios y sabía de marketing, así que no desmentir este tipo de historias venía bien para vender en la librería.(12)

Foto de Walt Whitman. Fuente Wikipedia
Foto de Walt Whitman. Fuente Wikipedia

En esta etapa, George quiso mantener el espíritu de ser más que una librería.  Fue de nuevo una editorial pero esta vez de periódicos literarios, revistas… En los 70 publicó “Paris Magazine” que vendió 10.000 ejemplares de su primer número (13) y tuvo entre sus suscriptores a Jean Paul Sartre o Marguerite Duras. Solo editó cuatro números de esta revista. El último, en 2010, incluyó escritos de Lawrence Ferlinghetti o Michel Houellebecq, entre otras personalidades (14).

Teniendo en cuenta lo político de su propietario, incluyó como actividades de la librería la protección de manifestantes del mayo del 68 o dirigir una protesta contra la Guerra de Vietnam. ¿Alguna duda de la ideología política del propietario? Si queréis saber más de este personaje, conocido como el Quijote del Barrio Latino, podéis ver un pequeño reportaje contando la historia de la librería y hablando de Latinoamérica. https://www.youtube.com/watch?v=NuSiIYsw8mc También hay un documental de 2003, titulado “Portrait of a Bookstore as an Old Man” por si queréis ver algo más largo. De este último podéis encontrar una sección en Youtube en la que se corta el pelo, con una vela. Y parece que no fue una performance porque también se cuenta en el libro de Jeremy Mercer.

También en esta segunda etapa pasaron por allí autores muy reconocidos como Henry Miller, Richard Wright (el escritor, no el músico de Pink Floyd) o Samuel Becket. Pero también autoras como Anaïs Nin. Cuenta George que Becket hablaba poco, al menos con él. Lawrence Durrell, sin embargo, pasaba por allí a beber mientras escribía el Cuarteto de Alejandría (15). De otros, como Corso, cuenta cómo entraban a “robar” libros para financiarse sus vicios. En los años 50 parte de la Generación Beat como Lawrence Ferlinghetti (apuntaros este nombre que lo volveremos a escuchar en otro capítulo), Gregory Corso y William Burroughs se alojaban allí. Sobre este último me gustaría recomendaros un podcast de “Gabinete de curiosidades” en el que cuentan toda la influencia de este autor en las generaciones posteriores: https://www.gabinetepodcast.com/ep1-t2. Para mí ha sido un descubrimiento al que ahora me apetece leer. Confieso que lo conocía de nombre, pero hasta ahí.

La supervivencia de la librería fue complicada en distintas épocas. Ya hemos visto cómo sus propietarios siempre han buscado formas creativas de seguir vivos. La austeridad de George debió ayudar mucho, aunque luego no tenía mucho cuidado con la caja registradora ni escondiendo dinero entre los libros que aparecía repentinamente y con suerte sin estar roídos por ratones.

Pero si hay algo creativo como forma de financiación en esta librería es el pozo de los deseos. El edificio fue originariamente un monasterio del s. XVI, pero el pozo parece que lo instaló George. Lo llenan los turistas y la idea consiste en que las personas sintecho del barrio puedan entrar y llevarse unas monedas (16) y como no, también los tumbleweed de la librería, ¿os imagináis quiénes son? En castellano significa estepicursor. ¿Más pistas? Son las plantas rodantes típicas de las películas del oeste. Pues sí, es como se llaman las personas que deambulan por la librería desde que el propietario les puso ese nombre. Además de dedicar unas horas a trabajar en ella, ser tumbleweed conlleva una serie de ritos curiosos, como escribir una autobiografía de una hoja. Esta tradición tuvo su origen en un intento de las autoridades de “molestar” a George por dar alojamiento. Las autoridades le exigieron rellenar la ficha típica de los hoteles y llevarlo a una comisaría. Eso sí, la comisaría le tocó a 90 minutos en bici de la librería. Así que George decidió aprovechar para llevarles buena lectura y se inventó la autobiografía. Otras costumbres curiosas que tienen los tumbleweed son la obligación de leer un libro al día, el desayuno obligatorio para cada habitante de la casa los domingos, las reuniones del té…

Pozo. Fuente: el blog buena vibra

George falleció en 2011, pero desde 2003 su hija Sylvia (lleva el nombre en honor a la propietaria original) está involucrada en la gestión de Shakespeare and Company. De hecho, es el escritor Jeremy Mercer el que ayudó a que Sylvia se involucrase en el proyecto porque padre e hija no tenían mucha relación.

Sylvia Beach Whitman

En el siglo XXI, su propia marca ayuda mucho a su mantenimiento, os dejo la web de la librería en el blog para ver toooodo lo que tiene: https://shakespeareandcompany.com/15/online-store/19/gifts-merchandise. Desde luego se ha adaptado al siglo XXI con un café que ofrece comida vegana, cuadernos con el logo (yo tengo uno), bolsas de tela… además de libros, claro… (17)

Pero Sylvia también ha dado una nueva dimensión cultural a la librería. Ha puesto en marcha el Festival literario en el que han participado Paul Auster (a quién le extraña conociendo el vínculo del autor con París), Siri Hustvedt o Marjane Satrapi (¡Esas novelas gráficas!). También han creado un premio literario, The Paris Literary Prize. Y en 2016 publicaron “Shakespeare and Company, Paris: A History of the Rag & Bone Shop of the Heart” contando toda la vida de la librería, que se puede conseguir en la web de la librería.

Ahora pasan por allí Zadie Smith o Martin Amis, pero nos faltan por conocer todas las demás personas que quedan por llegar y dejar que la librería les dé un empujón. Un lugar lleno de vida y sorpresas por descubrir.

He estado tres veces en París, y por distintas razones, nunca he conseguido entrar en la librería. ¡Y eso que tiene un piano y a mí, ese detalle me gana en cualquier espacio! Solo con eso seguro que es más fácil tener “magia” pero a Shakespeare and Company le sobra magia. Solo con estar fuera y ver su rótulo ya lo percibes. Puede que os suene su icónico cartel por su aparición en películas como Antes del amanecer, cuyo protagonista, Ethan Hawke, pasó alguna noche en esta librería durante su juventud (18).

Tenéis la imagen en el blog. ¿No os parece una pequeña pieza de arte? Me gusta fijarme en los carteles de las librerías, los cafés, los cines… o esas fachadas pintadas con carteles que se estilaban antes y quedan restos por ahí. Su color, forma, tipografía, tamaño… El proyecto que me hizo más consciente de esta costumbre fue Santatipo(19) que recoge y documenta este tipo de rótulos por Santander; https://www.santatipo.es/ y @santatipo en Twitter. Estoy segura de que en una ciudad como París las calles están inundadas de rótulos preciosos, incluyendo a unas cuantas librerías.

Seguro que muchas habéis visitado Shakespeare and Company y descubierto esas magias que la caracterizan. A cada una por algo diferente: con quién os tropezasteis allí, un libro que encontrasteis, una imagen, un sonido, … ¿lo queréis compartir?


  1. https://www.jotdown.es/2012/02/who-is-sylvia/
  2. Originalmente, Joyce publicó Ulysses desde marzo de 1918 y por entregas en la revista estadunidense The Little Review, gracias al apoyo del poeta Ezra Pound, quien fungía como editor en el extranjero; esta publicación era dirigida por Margaret Caroline Anderson y Jeane Heap, y contaba con el respaldo financiero de John Quinn, un rico abogado neoyorquino interesado en el arte contemporáneo y la literatura, pero su lanzamiento provocó la ira de las autoridades locales, quienes tildaron la novela de obscena y promovieron una leyenda negra en torno al libro hasta lograr su prohibición en Estados Unidos en 1921. Fuente: https://mujeresmas.mx/2019/11/28/en-tacto-con-gaia-brevario-de-mujeres-artistas-sylvia-beach-la-penelope-de-james-joyce-i/
  3. https://courbettmagazine.com/libreria-paris-shakespeare-and-company/
  4. https://papelenblanco.com/venden-una-primera-edici%C3%B3n-del-ulises-de-joyce-por-454-mil-d%C3%B3lares-3064e1506eda
  5. https://www.elespectador.com/noticias/cultura/cuando-sylvia-encontro-a-james/ y https://es.wikipedia.org/wiki/Harriet_Shaw_Weaver
  6. https://www.poetica2puntocero.com/sylvia-beach-joyce-y-hemingway-una-historia-de-amor/
  7. https://www.bbc.com/culture/article/20191119-shakespeare-and-co-how-a-paris-bookshop-became-a-legend
  8. https://shakespeareandco.princeton.edu/
  9.  https://www.poetica2puntocero.com/sylvia-beach-joyce-y-hemingway-una-historia-de-amor/
  10. Mercer Jeremy, La librería más famosa del mundo, Editorial Malpaso, p. 43
  11. Mercer Jeremy, La librería más famosa del mundo, Editorial Malpaso, p. 46
  12. Mercer Jeremy, La librería más famosa del mundo, Editorial Malpaso, p. 96
  13. Mercer Jeremy, La librería más famosa del mundo, Editorial Malpaso, p. 183
  14. https://www.literarytraveler.com/articles/shakespeare-company-the-story-is-on-the-shelves/
  15. Mercer Jeremy, La librería más famosa del mundo, Editorial Malpaso, p. 125
  16. Mercer Jeremy, La librería más famosa del mundo, Editorial Malpaso, p. 143
  17. https://shakespeareandcompany.com/
  18. https://courbettmagazine.com/libreria-paris-shakespeare-and-company/ y https://www.vanityfair.com/culture/2014/11/shakespeare-and-company-paris-george-whitman
Lucía Llano Escrito por:

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