Volvemos a cambiar de continente y nos vamos hasta África para contar la historia de una librería de Argel, “Las verdaderas riquezas”. ¡Qué nombre tan bonito para una librería! Y es que su origen está en un libro, una novela de Jean Giono con ese título. Este libro habla de que las verdaderas riquezas son la tierra, el sol… y también la literatura. (1)
Argel, esa capital mediterránea, costera, llena de callejuelas y cuestas la conocemos (me atrevo a decir y empezando por mí) más bien poco.
Una pareja de amigos vivió allí una temporada y están enamorados de la ciudad. En general, creo que conocemos poco esta zona del continente, pero según bajamos hacia Sudáfrica la cosa no mejora. ¿O en tu caso sí?
Entre todas esas callejuelas de Argel, en el número 2 bis de la calle Charras (hoy calle Hamani), estuvo nuestra mágica librería de hoy, “Las verdaderas riquezas”. Compartió con otras librerías su multiplicidad de funciones: ser editorial, vender libros, prestarlos, ser sala de exposición de arte (a pesar de su tamaño) y por supuesto, ser un lugar de encuentro de referentes de la época. Y es que también esta librería se inspiró en “La maison des livres” de Adrienne Monnier. Aquella librería que enamoró a Sylvia Beach provocando que naciese “Shakespeare and Company”.
Adrienne Monnier Sylvia Beach
Pero nuestra librería argelina nace unos años después, en 1936; en este momento Argelia es colonia de Francia y está fraguándose ya una rebelión, España vive una Guerra Civil y Europa está a las puertas de una II Guerra Mundial. Todo eso lo vive la librería en primera persona.
“Las verdaderas riquezas” la crea Edmont Charlot con apenas 20 años. ¡Eso sí que es tener espíritu emprendedor! Oriundo de Argel de origen francés, un pied noir. Esta fue su primera librería porque años después crearía otras (2).
El libro “Nuestra riquezas: una librería en Argel” de la autora Kaouther Adimi y editado por Libros del asteroide (IMAGEN) cuenta la historia de vida de la librería. La novela mezcla pasado y presente para acercarnos a la librería, de nuevo, como un personaje clave de la historia.
Kaouther Adimi Nuestras riquezas: una librería en Argel
Ya os he dicho que la librería era enana, siete metros por cuatro. Cuentan en el libro de Adimi cómo los tres socios originales (Edmont Charlot, Jean Pane y una mujer que aparece en el libro como señora Couston) se reían de casi poder tocar ambos lados de la librería si extendían los brazos. A pesar de ello, ese espacio dio mucho de sí.
Al igual que Shakespeare and Company, la librería “Las verdaderas riquezas” hizo funciones de editorial, pues para Charlot, ser librero y editor era inseparable. Y además lo de ser editorial lo hizo de una forma similar a la librería francesa: aprendió a editar descubriendo genios de la literatura. Resulta que fue la librería que editó por primera vez a Albert Camus, otro pied noir .
Esta expresión no suena bien y creo que nunca tuvo intención de sonar bien. Se llamaba así a las personas francesas nacidas en las colonias. Y esto me ha hecho pensar en los distintos grupos sociales que coexisten en una misma ciudad con formas, normas, costumbres… tan diferentes. Pienso, por ejemplo, en vivir una ciudad siendo Erasmus o siendo expatriado en un país en desarrollo y cómo vivimos realidades diferentes en un mismo espacio. Pero esto me sirve igual para mi propia ciudad o país. ¿A que se os ocurren ejemplos? En el libro de Adimi se recogen esas diferentes realidades y nos presenta la Argelia colonial y su proceso de independencia creando el contexto desde la descripción cuidada de una desigualdad naturalizada en la educación, la sociedad, la guerra, etc… Creo que es un acierto de la autora incluir el tema colonial como parte de la novela. A mí me ha servido para acercarme a una realidad bastante desconocida pero con muchos paralelismos con las colonias de España que también considero una historia poco conocida y reconocida.
El primer libro que edita “Las verdaderas riquezas” se titula “Revuelta en Asturias” (IMAGEN) y habla sobre el levantamiento minero de 1934. Era una obra de teatro colectivo que iban a representar y así conseguir financiar la obra con la venta de entradas, pero les dieron la idea de publicarlo, parece que porque prohibieron la representación, así que Edmont se lanzó por primera vez a la edición. Lo curioso es que a pesar de ser una obra colectiva ha pasado a la posteridad con una única autoría, la de Albert Camus. La “E. C.” que se refería a Edmont Charlot se confundió con “Ediciones Camus” (3)
Este editor tenía un objetivo y a la vez criterio a la hora de editar; que fuese un libro que le gustase y que tuviese un vínculo con el Mediterráneo. Ese era su tema constante. Pero además de editar libros también editaron revistas literarias, muy propio también de la época. Una de ellas, L’Arche, en la que participa activamente y no queriendo aparecer, André Gide.
André Gide André Gide by Lady Ottoline Morrell, vintage snapshot print, August 1920
Este autor también lo mencionamos en el episodio de “Shakespeare and Company” y yo no lo conocía a pesar de tener un premio Nobel. Otro que va a la lista interminable de libros a leer y autores/as a descubrir.
Pero volvemos a Camus ¡quién no ha oído hablar de él! Tener un premio Nobel ayuda, aunque ya hemos visto que no siempre. No me atrevo a contar gran cosa porque él solo da para un episodio. En la novela de “Nuestras riquezas” se le describe trabajando en sus textos y sus correcciones, sentado en cualquier hueco de la librería. Todo muy evocador. Yo, más mundana, voy a aprovechar para contaros un par de “cotilleos” que relacionan un poco a Camus con España. Nacido en Argel en una familia humilde con una madre de origen balear y un padre que falleció en la I Guerra Mundial. Se licenció en filosofía con una tesis sobre el filósofo griego Plotino. ¡Acordaos de este nombre que aparecerá en otro episodio! Pero encontramos más vínculos de Camus con España. En 1952 trabajaba para la UNESCO en la defensa de los derechos humanos y decidió dimitir por la admisión de la España de Franco en las Naciones Unidas. (4)
Una vez en una biblioteca pedí un libro de Camus, por su título. La bibliotecaria no lo encontraba hasta que nos dimos cuenta de que yo buscaba un libro de Mario Camus y ella de Albert Camus. No tenían ese libro y por eso no aparecía, pero nos costó darnos cuenta de que hablábamos de autores diferentes. Ahí aprendí que por eso es importante dar nombres y apellidos o bien pronunciar (o intentarlo) los nombres originales.
Además de Albert Camus, otros grandes personajes de la época pasaron por esta librería y, aunque no ha sido fácil, he escogido un par. Vamos a empezar hablando un poco de Antoine de Saint- Exupery. Puede que por mi pronunciación no lo hayáis reconocido, pero si os digo que es el autor de “El principito” ya habréis caído todas.
Antoine de Saint Exupery El principito, Editorial Salamandra
Además de escritor era bastante aventurero. Nuestro querido escritor era aviador profesional dedicándose al correo entre Francia-España y colonias en África. Pero también le gustaba batir records así que, como era previsible, tuvo varios accidentes. Uno de ellos, en el desierto del Sáhara, se convirtió en el relato “Terre des hommes” y a la vez, punto de partida para “El principito”. (5)
Pero sin duda, el accidente que pasó a la historia fue el que le costó la vida en el Mediterráneo el 31 de julio de 1944, durante la II Guerra Mundial. Su avión desapareció. A los días apareció un cuerpo que no se pudo identificar pero que hoy en día, por restos encontrados por la zona en distintos momentos por pescadores o buceadores arqueólogos, parecen confirmar que se trataba del escritor. (6)
Hay muchas teorías sobre la inspiración del autor para el famoso elefante que aparece en “El principito”, sabéis cual ¿verdad? Pues está inspirado en el cerro de Oro del lago Atitlán en Guatemala y que la historia se fraguó en su estancia en un hospital de Antigua tras otro accidente en un avión. (7). Parece que el autor se propuso volar en avioneta para batir alguno de sus records y nada más despegar, estalló. Tuvo que quedarse unos meses allí para recuperarse y además de aprovechar para descubrir esta preciosa zona del mundo, se inspiró para una de las obras más conocidas del mundo. En mi visita por la maravillosa Guatemala tuve la oportunidad de ver ese mismo paisaje y yo en aquella colina ví el elefante de “El principito”.
Cerro del oro. Fuente: guatemala.aprende.com Antigua. Guatemala
Pero también pasaron mujeres por aquella librería. Por ejemplo, la gran Gertrude Stein.
La mencionamos también en el episodio de “Shakespeare and Company”. ¿Sería la época dorada de las librerías? Esta escritora norteamericana creó junto con su hermano, en París, un salón donde se encontraban todos los artistas e intelectuales del momento. Y todo ello, esas librerías, salones… formaba parte del movimiento que se daba en París de la época. Por allí pasaron desde Picasso y Marie Laurencin, ambos cubistas, a Hemingway y Pound. “Las verdaderas riquezas” publicó la obra “París Francia” de Gertrude. Pero también he de contar que Edmond pasó un mes en la cárcel por unas declaraciones de Gertrude sobre él y su librería en la radio inglesa. (8)
Edmont Charlot también fue el primero en editar a Lorca en francés. (9)
¡El sexto sentido para descubrir autores no se le puede negar! Me encanta descubrir cómo estas pequeñas librerías revelan talentos geniales. Quizás hoy esto sea más difícil por todas las grandes editoriales a la caza del próximo gran autor/a de la década. O por la difusión en blogs y redes sociales. Por eso mismo, me maravilla que sigan trabajando para dar a conocer esas creaciones que, sin su buen ojo, no podríamos disfrutar hoy en día. ¡Así que gracias a todas ellas por editar! Por ejemplo, aquí en Santander hay varias librerías que también editan: Tantín (que está especializada en obras relacionadas con Cantabria) o La Vorágine, con sus Textos (in) surgentes.
La Vorágine. Foto de su web Librería y ediciones Tantín
El libro de Adimi cuenta en los capítulos con forma de diario de Edmond Charlot muchos detalles sobre la edición, hablando desde el tipo de papel al número de ejemplares que editaba, el trabajo administrativo de la librería, desde las comidas comerciales a la publicidad, pero sobre todo describe la dificultad de sacarla adelante… y esa parte de la novela me ha resultado muy interesante: por su relevancia dentro de la historia y por el amor que desprende hasta al describir la contabilidad. Pero también el dolor de los muchos problemas que tuvo. Y dentro de ese dolor cómo se le ocurre la idea de incluir las solapas en la edición del libro para añadir información que “facilite” su venta. ¿A que todas estamos viendo esas solapas que hoy son casi imprescibles? (10)
En un momento de la historia, con la II Guerra Mundial asolando Europa, el editor ya había sido movilizado para ir al frente y lo vuelve a ser más adelante. En ese periodo entre los dos llamamientos intenta seguir editando, pero no hay papel, ni tinta, ni hilo. Las imprentas no funcionan, la censura (que llaman Anastasia), la ocupación… En 1941 Camus le envía tres textos que forman “El absurdo”, pero Edmon le confiesa que no puede editarlo a pesar de apreciar la joya que tiene entre manos. Y unos meses después, el hermano de Edmond y el hermano de Albert Camus se unen al equipo de la librería para luchar por que salga adelante en ese contexto. Pero la cosa no es que no se pueda editar, es que tampoco hay libros que vender. Con la ocupación en 1943 da el salto a ser editor internacional y es que, con la ayuda de sus amigos pilotos, distribuye sus libros por Líbano, Egipto e incluso América del Sur. (11) Hay una historia preciosa sobre la reedición de “El silencio del mar”, de Vercors (yo no conocía este libro, pero ahora está en la lista) que no os voy a contar para que lo podáis descubrir por vosotras mismas.
Movilizado como militar en París en 1945 y rodeado de amigos: Camus, Amrouche, Gide… prepara la apertura de la sede en la capital francesa de ediciones Charlot que se instalará en la Rue de Verneuil número 8 para luego trasladarse a la Rue Gregoire de Tours, número 18 (un antiguo burdel: parece que en la época de posguerra fueron prohibidos y había muchos en venta). A pesar de muchas dificultades (falta de papel también en París, competencia que les ve como los paletos y quieren llevarse a sus autores…) consiguen varios premios por sus ediciones. En París lo de los premios y la amistad sincera no parece suficiente para salvar la editorial de la que acaba saliendo “invitado” por aquellos mismos amigos. En el libro “Nuestras riquezas” lo llama: “fracaso de una amistad colectiva”. En ese tiempo había traspasado su librería argelina a su hermano, pero vuelve a Argel y abre otra librería con su tío. Cuando Argelia se independiza, Charlot se convirtió en funcionario del Ministerio francés y se ocupó de centros culturales en Turquía y Tánger hasta que, en 1980, se trasladó a Pezénas, al sur de Francia, por supuesto, cerca de su Mediterráneo para volver a publicar. (12).
Si queréis saber más de este hombre os recomiendo varios documentales accesibles online y programas de radio:
https://www.dailymotion.com/video/xexd9f Está en francés. Es cortito.
https://sites.ina.fr/occitanielivre/focus/chapitre/5 Este, más corto todavía, salen imágenes actuales de la librería que ahora es biblioteca municipal
https://www.rtve.es/alacarta/audios/mediterraneo/mediterraneo-librerias-edmond-charlot-argel-camus-24-03-19/5086498/ Programa de Radio 3 dedicado a esta librería y a la novela de Adimi
Hasta los años 90 siguió siendo esa librería en manos de la familia Charlot, concretamente en las de la cuñada de Edmont. En 1992 pasó a ser parte de la biblioteca nacional en forma de biblioteca municipal que parece seguir funcionando, al menos turísticamente. Y además de poder verla en los documentales que he mencionado antes, he encontrado una web con fotos en la que podemos ver su estado en 2019. Os lo dejo para que lo disfrutéis pensando en lo que pudo ser con Camus sentando en sus escaleras corrigiendo un texto. (13)
Hoy hemos contado la historia de una librería que se convirtió en biblioteca municipal. No me parece mala opción teniendo en cuenta las demás posibilidades. Para acabar, os leo una frase que aparece en una parte del libro de Adimi: “Estoy más convencido que nunca que ediciones Charlot no habrían existido sin la amistad. Fundamentalmente se debieron a un cúmulo de circunstancias, de amistades y de encuentros”. ¿No es precioso? Pues lo mismo se aplica a este podcast y para muchos de vuestros proyectos que os vengan a la mente. ¿O no?
(1) Kaouther Adimi, Nuestras riquezas: una librería en Argel, Editorial Libros del Asteroide, p. 37
(2) https://en.wikipedia.org/wiki/Edmond_Charlot
(3) Kaouther Adimi, Nuestras riquezas: una librería en Argel, Editorial Libros del Asteroide, p. 34 a 36
(4) https://en.wikipedia.org/wiki/Albert_Camus
(5) https://hipertextual.com/2012/06/saint-exupery
(6)https://es.wikipedia.org/wiki/Antoine_de_Saint-Exup%C3%A9ry
(7) https://aprende.guatemala.com/cultura-guatemalteca/general/antoine-de-saint-exupery-en-guatemala/ y https://www.efe.com/efe/america/cultura/guatemala-la-inspiracion-de-saint-exupery-para-escribir-el-principito/20000009-3668301
(8) Kaouther Adimi, Nuestras riquezas: una librería en Argel, Editorial Libros del Asteroide, p. 82
(9) Kaouther Adimi, Nuestras riquezas: una librería en Argel, Editorial Libros del Asteroide, p. 67
(10) Kaouther Adimi, Nuestras riquezas: una librería en Argel, Editorial Libros del Asteroide, p.129
(11) Kaouther Adimi, Nuestras riquezas: una librería en Argel, Editorial Libros del Asteroide, p. 90
(12) https://elpais.com/diario/2004/04/13/agenda/1081807208_850215.html
(13) https://www.jotdown.es/2019/05/los-jovenes-por-los-jovenes/
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