Las bibliotecas universitarias tienen sus particularidades. Todas las universidades las tienen, toda la ciudadanía lo sabe, ¿pero las disfruta todo el mundo?
Trabajé durante un tiempo en la Universidad de Cantabria, ahora parece que fue en otra vida, y allí descubrí una biblioteca de las buenas. Quizás era su personal la que la hizo tan entrañable para mí. Ya habéis oído algún episodio entrevistando a Ramón, que trabaja en esta biblioteca, hablando de las bibliotecas del futuro. En esta ocasión entrevisté a Silvia, responsable de publicaciones impresas, que ha preferido contarlo todo y que yo le ponga voz a sus historias.
La biblioteca de la Universidad de Cantabria, según sus estatutos, es un servicio de apoyo para el aprendizaje, la docencia, la investigación y la formación continua. Silvia añadió mucho más: centro de reunión, lugar de estudio, y yo aún añadiría ahí cosas porque hoy vamos a descubrir una de sus secciones quizás menos conocidas. ¿Sabéis lo que son colecciones especiales?
Son fondos compuestos por archivos personales y de empresas, en nuestro caso de Cantabria, además de otros documentos y materiales originales e inéditos, así como colecciones bibliográficas y gráficas de especial valor.
En muchos casos, estas colecciones no se conocen o las personas pensamos que la universidad las custodia y están disponibles, de forma física, para ser usadas en investigaciones. Sin embargo, hoy en día, podemos ver que cómo se digitalizan y se cargan a plataformas para que cualquier persona las consulte y disfrute. ¿Qué disfrute? Contar historias. Las bibliotecarias buscan la forma de darle todavía más uso en esa idea cada vez más común del “acceso abierto” además, por supuesto, de su preservación. Pero vamos a ver qué podemos encontrar en la biblioteca de la UC.
Si tenemos que destacar una biblioteca por sus colecciones especiales por sus libros raros y manuscritos ese la Biblioteca Beinecke (https://es.wikiarquitectura.com/edificio/biblioteca-beinecke-de-manuscritos-y-libros-raros/) que pertenece a la Universidad de Yale. Cuenta con los archivos personales de Edith Wharton que conocemos especialmente por “La edad de la inocencia”, Georgia O’Keeffe, la artista, o Gertrude Stein (de la que hablamos en un episodio). El edificio de esta biblioteca es muy característico. Veréis que es un cubo de seis plantas con una fachada sin ventanas pero construido de tal manera que permite la entrada de la luz, por el granito y mármol blanco además de hormigón pero todo hecho de tal manera que permite la entrada de la luz acorde con los libros antiguos y pergaminos que se exhiben. Esta biblioteca también instauró la utilización de un procedimiento no tóxico para la protección de los libros de las plagas. Se trata de congelar los volúmenes a -36 grados Celsius durante tres días.
Pero volvamos a las colecciones especiales de la Biblioteca de la Universidad de Cantabria. Aquí podéis ver la información de todas ellas: Biblioteca de la Universidad de Cantabria Fondos originales y aquí, todo lo que está digitalizado: https://recrea.unican.es/s/ReCrea/page/inicio
Entre las colecciones más importantes de Colecciones especiales tenemos la sección de patrimonio artístico que recoge obras de arte entre las que destacan los murales de Luis Quintanilla y el gabinete de estampas. Hoy el gabinete de estampas es un espacio dentro de la biblioteca donde están depositadas obras de arte en distintos formatos. No obstante, es el Área de Exposiciones de la Universidad la que se encarga de su conservación y utilización. (https://web.unican.es/campuscultural/exposiciones)
Otra parte de estas colecciones especiales de la Universidad está formada por patrimonio bibliográfico y documental. Desde los años 90 se han recibido donaciones (a través de convenios de estas instituciones con la universidad) tanto de archivos personales como de empresas. La gestión que hace la biblioteca conlleva no solo su catalogación y documentación para tener el listado de todo lo que contiene esa donación sino también su aprovechamiento. ¿Qué quiere decir aprovechamiento? La biblioteca ve que uso útil, cultural y público se puede dar a esos materiales. Por ejemplo, se donaron hace ya varios años igual décadas la documentación de la empresa Pérez y Cia, que era la compañía naviera trasatlántica que realizaba los viajes a Latinoamérica, especialmente Cuba y México. Entre los materiales, se encontraban los libros de pasajes o pasajeros de esa compañía entre 1900 y 1960. La BUC ha generado una herramienta de consulta donde los descendientes de estas personas pueden ver en qué fecha y cómo viajaron sus familiares. Se pasaron más de 45.000 nombres de estos libros de embarque. https://recrea.unican.es/s/emigracion/page/buscador-de-pasajeros Además, esta herramienta de búsqueda completa otras institucionales como la del Ministerio o la de la asociación Navegantes, que tiene un censo de emigrantes hacia América Latina (https://navegante.es/).
En estos fondos encontramos otras cosas interesantes derivadas de esas donaciones. Por ejemplo, tenemos a nuestra disposición digitalizada, los mapas de Santander entre 1900 y 1950 gracias a la empresa Gas Lebon. Unos mapas muy artísticos si los veis. Pero además, como curiosidad esta empresa tenía varias tipografías propias que están disponibles en la web de la UC para descargar y poder usar en tus documentos. Tipografías · UC ReCrea
También tenemos archivos personales de personas relevantes de Cantabria como Eloy Fernández Navamuel, Enrique Diego Madrazo o Isabel Torres. Esta última, la primera mujer que trabajó en el Hospital de Valdecilla y que trabajó con el Premio Nobel Otto Meyerhoff en Alemania, tiene un aula de extensión universitaria en la misma universidad relacionada con temas de igualdad. Entres sus archivos encontramos cartas de su padre con María de Maeztu, cartas de Isabel con Gregorio Marañón, entre otras personalidades e instituciones. (https://web.unican.es/buc/biblioteca/colecciones/fondos-originales-y-colecciones-especiales/fondo-isabel-torres)
Dentro de las empresas, documentación donada por compañías navieras que ya hemos mencionado, pero también sociedades mineras o fábricas textiles. Por ejemplo, la mina de Reocín, la mina de Mazarrasa o las minas de Valdearroyo. También la fábrica de loza de Iberotanagra o Gas lebón. Otro archivo muy interesante es el de Desmemoriados sobre la memoria colectiva de Cantabria y como dice la web, recoge material fundamentalmente del siglo XX de Cantabria, “con el objetivo de ser conocidos y estudiados por los interesados que quieran saber qué pasó en la intrahistoria de las cosas, de lo pequeño, dándole la importancia que se merecen”. Desde fotografías a archivos sonoros con entrevistas. Este archivo se nutre del trabajo de la asociación y sus personas voluntarias junto con el soporte técnico de la Biblioteca universitaria de la Universidad.
También vamos a encontrar en distintas bibliotecas de la Universidad otras colecciones más particulares. En la biblioteca de industriales nos encontramos el fondo de la Escuela Superior de Industrias de Cantabria, o la colección de patrimonio natural en la que se encuentra la colección de minerales que se puede ver en el vestíbulo de la Escuela de Minas y Energía Renovables de Torrelavega.
Ya veis que en persona o en versión digital, las colecciones especiales de la biblioteca de la Universidad de Cantabria están disponibles para que toda la ciudadanía las disfrute. Así que solo os digo que después de escuchar este episodio deberíamos ir a las bibliotecas de nuestras universidades, bien porque estudiamos allí, bien porque están en nuestras regiones, bien porque pasamos por delante de una de ellas de vez en cuando y no nos atrevemos a entrar… para ver qué hay en sus colecciones especiales y disfrutar descubriendo tesoros.
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